viernes, 9 de abril de 2010

Por el ser que nunca conociste

Tranquila pequeña, llora en paz,
no escondas a la musa de tus lágrimas,
no vuelvas tu mirada al horizonte, no la pierdas,
concéntrate desde tu pequeño mundo de juguete ahora dañado,
no hay porque esconder tu amargo suspiro.
Veo tus lágrimas bañando tus nevadas mejillas
y tus ojos inundados de cristal.
Eleva tus sentimientos al sol para calmar su calor
mientras el alma inocente recorre instintivamente el sendero de luz;
que tus gemidos sean fuertes para que queden grabados en quien iba a ser
para que sean reconocidos cada vez que vuelvan a sonar
y asegura así una plegaria por ti en los futuros momentos
en los que la felicidad decida otra vez escurrise de tu alma.
Llora pequeña, llora, que de esto aun no has de morir.

domingo, 4 de abril de 2010

Hace ya un año....

Mis tardes felices y cabellos perfumados,
mi alegre despertar y mis sueños cargados de ti,
mis manos temblorosas y el dulce aliento del que alguna vez me alimenté,
lo que me hizo volver a vivir, lo que me hizo una vez más recordar la felicidad
como todo en esta vida poco a poco llegó a su final.
Tu te esmerabas cada día en tus tareas;
Yo me desesperaba por cumplir las mías para volver a ti.
Tu gustabas las noches de peliculas en familia;
Yo me esforzaba por tener mis noches en familia.
Tu aprovechabas tus ratos libres para dormir y soñar;
Yo soñaba con dormir mis ratos de libertad.
Tu te esforzabas por sentirte cómoda cuando me tenías a tu lado;
Yo me esforzaba por no sentirme incómodo cuando no te tenía a mi lado.
Tu te despedias de mi temerosa a que nos vieran;
Yo me despedia de tí temeroso a no volverte a ver.
Tu me agradecías las invitaciones a cenar;
Yo daba gracias por haber tenido la posibilidad de pagar la cena.
Tu me abrazabas cuando te daba flores;
Yo te daba flores para poder abrazarte.
Tu no querias que nos vieran de la mano por un día a la semana;
Yo detestaba solamente ese día de la semana.
Tu soñabas con el príncipe azul que cuentan tus libros;
Yo trataba que te sintieras como una princesa.
Tu devorabas las fantasías escritas por tus autores favoritos;
Yo escribia mis fantasias a tu lado ya que eras mi favorita.
Tu creiste en un final.
Yo creí en tu final.
Tu te diste la vuelta y te pusiste a caminar;
Yo me di la vuelta y empecé a recordar.