lunes, 21 de septiembre de 2009

No hay que llorar

No sabría definir un motivo válido para empañar tu mirada y menos lograría imaginarte con lágrimas surgiendo de ésta…. No soy de los que apoyan el deshidratar del alma.

No quiero pensar en el fantasma que solo sabe rondar en momentos de desaliento y menos imaginarte como presa fácil de sus conjuros de desencantos.

No quiero saber que tus sueños tienen nublado su cielo, no quiero creer que tus lágrimas caen sobre rostro mojado y menos descubrir que la felicidad se ahoga en tristeza.

Deseo que el sol radiante de una sonrisa logre secar tus mejillas humedecidas, que el aliento que respiras arrastre la tristeza al lugar donde se pueda ahogar en si misma y que no se dibuje más llanto en ti.

No resguardes la felicidad que quiere salir, no le niegues poder volar a tu alrededor, despierta tus mejillas y recuérdales como sonreír e invita a tus ojos a mostrarse cristalinos pero no para llorar sino para que iluminen alguna alma nublada que se cruce en tu mirar.

Así de simple es recordar que dentro de cada alma, por muy rodeada de tristezas que se encuentre, siempre existe una sonrisa que busca salir a luchar y reinar para llevar felicidad.

No hay comentarios:

Publicar un comentario